Érase una vez, en la época en
la que las noches eran oscuras e impenetrables como la boca de un lobo porque
la luna aún no brillaba en el cielo, en la aldea de Kikamo vivía una niña
llamada Bamako. Era muy hermosa y amable, quería mucho a sus padres y a su
gente, que también la tenían en gran estima. Todos los habitantes de la aldea
admiraban sus grandes ojos resplandecientes, que brillaban como el sol.
Un día, un grupo de soldados
proveniente del norte atacó la aldea de Bamako y todas las de la región.
Astutos, feroces y sanguinarios, estos soldados solo combatían al abrigo de la
noche y se escondían durante el día. Los amigos de Bamako les plantaron cara
con valentía, pero no sabían luchar en la oscuridad y tras incontables noches
de combates, estaban a punto de perder la vida a manos de sus desalmados
enemigos.
Una noche, el dios N’togini se
apareció a Bamako y le dijo: «¡Bamako! Si quieres salvar a tu pueblo, escucha
mi consejo: mi hijo Djambé, que vive en la cueva a orillas del río, está
locamente enamorado de ti desde hace mucho tiempo. Si aceptas convertirte en su
esposa, te llevará al cielo, donde brillarás cada noche. De este modo, tu
pueblo ya no tendrá que combatir en la oscuridad, puesto que tú iluminarás sus
noches. Gracias a ti, podrá vencer a sus enemigos.»
- «¿Qué
debo hacer?», preguntó Bamako.
N’togini le explicó:
- «Esta
noche, después de ponerse el sol, sube a la gran piedra que domina la cueva y
lánzate al río. No tengas miedo, Djambé estará ahí para recibirte. Ten
confianza y nada malo te pasará.»
Bamako, que era muy valiente,
no dudó un solo instante y siguió las indicaciones del dios al pie de la letra.
Saltó al vacío, Djambé la atrapó y la llevó al cielo, tal y como su padre le
había prometido. Entonces, se produjo un milagro. ¡Cuando el sol se puso, el
rostro resplandeciente de Bamako apareció en medio del cielo! El brillo de sus
enormes ojos iluminaba la oscuridad de la noche.
Y por fin, esa noche los
aldeanos consiguieron una clamorosa victoria, pudiendo dar caza a sus enemigos.
Desde entonces, el
resplandeciente rostro de Bamako ilumina el cielo cada noche.
[Traducción libre del francés de La légende de Bamako, disponible en:
https://www.teteamodeler.com/boiteaoutils/expression/fiche61.asp]
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